martes, 21 de abril de 2009
Especialidad del dia
CORTOCIRCUITA LA CRÍSIS
John F. Kennedy dijo "no os preguntéis qué puede hacer vuestro país por vosotros. Preguntaos qué podéis hacer vosotros por vuestro país", una frase que quedó para la historia por su profundidad y carga emocional en boca de un presidente y líder que solicita el compromiso de sus conciudadanos para vencer las dificultades que asolaban su país. Kennedy entendía perfectamente que un país no se hace grande gracias a sus gobiernos, sino por el empuje de sus ciudadanos. Sin la ciudadanía, ningún proyecto puede culminar y ninguna dificultad se puede trascender.
España, como toda la comunidad internacional, se encuentra en una situación de emergencia nacional debido a la profunda recesión económica que está padeciendo. En esta difícil coyuntura surgen algunas preguntas que urge responder: ¿qué podemos hacer los ciudadanos, individual y colectivamente, por nuestro país? Y más concretamente, ¿qué podemos hacer para que nuestro país salga lo antes posible de una crísis económica que se está demostrando devastadora para el empleo y el bienestar de millones de personas? ¿Podemos los ciudadanos contribuir de alguna manera a la acción de nuestro gobierno? ¿Podemos empujar para salir de la crísis económica o somos agentes pasivos sin ninguna influencia sobre nuestra economía nacional y local?
En lo que concierne a la crísis económica los ciudadanos deben ser conscientes de una premisa básica que no podemos continuar menospreciando: la economía se mueve por expectativas, y es por lo tanto, un estado de ánimo. No sólo un estado de ánimo, pero sobre todo, un estado de ánimo. El miedo, el pesimismo, el lamento, el bombardeo de cifras negativas nos agarra a la crísis; el optimismo razonable, la expresión de la esperanza en la salida, la expectativa positiva, nos aleja de ella. ¿Qué elegimos los ciudadanos? El estado de ánimo de un país es la suma de los estados de ánimo de sus ciudadanos. ¿No podríamos entonces contribuir individualmente y después colectivamente en ese estado de ánimo tan necesario para que tenga lugar la ansiada recuperación económica?
Los ciudadanos tienen que saber que no existe medida más contundente y eficaz contra la crísis que el cortocircuito social y público de la misma. Las expectativas son determinantes en la Economía, todos lo sabemos. Para explicar esta posición quiero hablaros de "Pigmalion". ¿Quién fue Pigmalión? Pigmalion fue un escultor de la mitología griega que creó la estatua de una bella mujer esperando que cobrase vida, lo que finalmente sucedió. A éste fenómeno en Psicología Social se le llama “Profecía Autocumplida”, “realización automática de las predicciones” ó “efecto Pigmalion”. De igual manera, cuando se realizan afirmaciones y se cree o influye colectivamente sobre la ocurrencia de determinado fenómeno económico o social, éstas adquieren fuerza y se vuelven realidad, tanto para bien como para mal.
En éste sentido, actualmente abundan predicciones de la situación mundial sobre lo obvio, la crísis económica. Evidentemente, sobran los agoreros que “interpretan los datos de menor crecimiento, inflación, menor construcción de viviendas, etc," dado que también en éstos tiempos existe sobreinformación y datos exorbitantes de todo tipo y para todos los tipos de analistas.
Si consideramos que el comportamiento de la variación de la actividad (PIB) fluctúa en intervalos (hacia arriba y hacia abajo), pasando entre períodos de auge a otros de depresión, lo cual se conoce en macroeconomía como Teoría de los Ciclos, vemos que son situaciones naturales que se van a dar de tiempo en tiempo, pero sin caer en profecías alarmistas, que empeoran situaciones puntuales en vez de ser evaluadas en su total dimensión. El problema radica en que, tanto en épocas de bonanza (auge), como en momentos de dificultades o desaceleración se sobreestiman las mismas, alargando éstos intérvalos del ciclo, adelantándolo (o atrasándolo) más (menos) de lo debido durante el tránsito que debería ser considerado, como dijimos, más o menos natural a largo plazo.
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2 comentarios:
Vamos, que si decimos todos los días todos juntos "no hay crisis, no hay crisis" seguirá habiendo crisis pero al menos no lo veremos tan chungo no? paissss
Sau2
Como era aquello de "una mentira si se repite.. etc, etc.) Pues eso.
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