jueves, 5 de mayo de 2011

Especialidad del dia

Fallece Antonio Bernad "Toni", pintor surrealista del exilio en América

 
El dibujante, caricaturista y pintor valenciano Antonio Bernad Gonzálvez ("Toni"), considerado como uno de los grandes artistas surrealistas del exilio republicano español en América, ha fallecido hoy a los 94 años en el Hospital General de Valencia donde se encontraba ingresado desde hace una semana.

Según han informado a EFE fuentes familiares, la incineración de Antonio Bernad, que residía desde hace años en Valencia, se celebrará mañana a las 14.30 horas en el Cementerio General de Valencia después de una ceremonia religiosa.

Antonio Bernad Gonzálvez nació en Elche (Alicante) en 1917, aunque siendo todavía un niño sus padres se trasladaron a Albacete, donde se formó como artista autodidacta.

Su recuperación artística en España se produjo a finales de 2008 cuando la Universitat de València celebró la exposición antológica "Antonio Bernad: Humanidad, humor y surrealismo", que luego viajó a Elche y Albacete.

Antonio Bernad formó parte del grupo de artistas vanguardistas republicanos exiliados que se dieron cita en la República Dominicana tras su paso por los campos de concentración franceses al término de la contienda.

Por su propio carácter introvertido nunca fue profeta en su tierra, a pesar de que su trayectoria personal y artística lo acreditaban como uno de los grandes creadores surrealistas, de la talla de Eugenio Granell, con quien compartió amistad y avatares en la República Dominicana.

En Albacete publicó sus primeras caricaturas en la prensa local siendo muy joven, pero no sería hasta unos años mas tarde, ya en el exilio, cuando su personalidad creativa llegó a sus más altas cimas.

En Santo Domingo entró en contacto con artistas como Bretón, Eugenio Granell o Vela Zanetti, con los que entabló gran amistad que mantuvo a lo largo de toda su vida.

Alcanzó una gran proyección artística por su colaboración diaria en el periódico "La Nación", de la República Dominicana, y también por participar en algunas muestras individuales y colectivas con trabajos con claras connotaciones surrealistas.

Unos años después trató de establecerse en Puerto Rico, pero debido a problemas burocráticos decidió marcharse a México, donde pasó a ser dibujante de la editorial UTHEA.

También frecuentó las tertulias de los exiliados españoles en el café "Papagayo", donde hizo amistad con el cartelista Josep Renau, el pintor Enrique Climent, los hermanos Vilalta y el caricaturista Guasp.

En 1953 regresó a España, primero a Albacete y más tarde a Valencia, donde trabajó como agente comercial y durante el tiempo libre cultivaba la pintura, el dibujo y la caricatura.

Desde entonces concurrió a numerosas muestras colectivas y a individuales en Valencia, Madrid, Elche y Albacete. Sus obras se encuentran repartidas en numerosos museos y en la colección de la Universitat de València.

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