miércoles, 23 de julio de 2008

El pintxo de mediodia

El PSPV se refunda con un proyecto centrista y un nuevo valencianismo para competir con el PP
(En otras palabras, acabamos de inventarnos el PSPP)

Entierra País Valencià para «no aferrarse» al imaginario propio y adoptar el de la mayoría. Se adapta a una sociedad un 17% más de centro y de derechas que España. Da por superado el voto de clase social

Francesc Arabí, Valencia/http://www.levante-emv.com
Al marxismo como ideología ya renunció el PSOE hace 34 años en el congreso de Suresnes. El marxismo como método de análisis ha sido enterrado por los socialistas valencianos en la ponencia del XI congreso, que ayer fue presentada en sociedad por los tres coordinadores de su redacción (Ángel Luna, Inmaculada Rodríguez-Piñero y Alfred Boix) y que hace bueno el lema congresual Amb tu, 1 nou projecte. «El comportamiento electoral ha desbordado las fronteras clasistas». Lo «revelan los estudios de opinión», se apunta en un documento que pone patas arriba el armazón político del PSPV y, de hecho, es la partida de nacimiento de un nuevo partido, que ha sido bautizado como Partit Socialista de la Comunitat Valenciana para guardar en el tarro de las «esencias» el término País Valencià.
El nuevo nombre «simboliza» la «refundación del partido». Nace una formación con un discurso moderado y centrista, como adelantó este diario, y un valencianismo político -ahí está el «espacio natural» del PSPV, se dice- «reformulado».
Según las radiografías sociológicas
Son las dos patas de una propuesta camaleónica que quiere imbricarse con una sociedad valenciana que, según el CIS, se ubica un «17% más en el centro y la derecha que el resto de España en los últimos quince años». Así se entiende que la ponencia cite 31 veces la palabra centro y sólo 11 izquierda. «Abrise a los sectores de centro», advirtió Luna, es necesario para aglutinar un «bloque de progreso» que tiene en la «cohesión social» su norte. Es en ese espacio donde el PSPV tiene margen de crecimiento porque «los socialistas reciben menos de la cuarta parte de este segmento de voto». Los estudios de opinión también dicen que el 87% de los ciudadanos afirman que la Comunitat Valenciana «es una región y no una nación» y «sólo un 9% se siente más valenciano que español». El destierro del término País Valencià responde a la necesidad de ajustar el «imaginario de los socialistas valencianos al de la sociedad».
Luna subrayó que ese concepto seguirá en el «imaginario particular» del partido. Pero se ha de «visualizar» que el todavía PSPV se acopla a la «denominación oficial». «Es la denominación que los escolares aprenden», zanjó. La «reformulación» del valencianismo político del PSPV quiere «alejarlo de esencialismos -carentes de respaldo histórico- y del victimismo regionalista segregador que promueve la derecha y que ha comenzado calar en parte de las clases medias satisfechas». No se aclaran los rasgos definitorios de esa especie de valencianismo bien entendido que se propugna. Se contempla al ciudadano valenciano como «estatal-español y valenciano-autonómico». Poca cosa. En esa línea se apuesta por un mensaje «de más identidad política en clave valenciana». «Hemos de tener voz propia ante los problemas, tener influencia y ejercerla», apunta el documento marco.
El PP, refuerza la autoestima
La reconversión del discurso socialista responde a una necesidad de competir con un PP que, subrayan, «crece a costa de electores centristas», en mayor medida de lo que el PSPV gana por su izquierda, pese a que «en los dos últimos comicios (2007 y 2008) los socialistas hemos atraído apoyos antes orientados a EUPV y en menor medida al Bloc». Es más, el PP se asocia por sus electores «a partido de centro en un porcentaje muy superior al del resto de España». Es una especie de partido contenedor que se mueve «en un amplio segmento ideológico que va desde los que se posicionan como extrema derecha hasta el centro y desde el nacionalismo español al regionalismo valenciano».
El éxito popular radica en parte, se apunta, a la política de cuidar la «halagar la autoestima de los valencianos en exceso», según Luna, con grandes eventos centrados «de forma casi exclusiva en la ciudad de Valencia, con un claro olvido a los distintos pueblos y ciudades de la Comunitat». «Ello ha contribuido al crecimiento de una Comunitat cada vez más desvertebrada», concluye.

Opinión: Que paren esta mierda barco, que yo me bajo. Me temo que como yo, muchisimos más. ¿El fracaso electoral se debe basicamente a las esencias?. Pues nada, bienvenido sea el nuevo Partido Socialista Popular de todos los valencianos y valencianas.

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